Es tiempo de...?

No se, el tiempo pasa y no se que hacer, como decía una canción.
Este año, la soñé en seis ocasiones, la vi cerca de once veces, ha cambiado, se vuelto más madura, ha crecido, se ha vuelto más hermosa, se maquilla y se arregla más, no pregunten por qué, a veces uno no debería hacer preguntas cuya respuesta no quiere conocer.
Han sido tiempos difíciles, han pasado tantas cosas y aquí estoy, sin saber porque estoy haciendo lo que hago, escribir, como si ella pudiera leerme o como si esto fuera a cambiar algo, a quien engaño.
Desearía estar en la línea de tiempo donde no estoy así, donde no tengo porque pasar por esto para ser feliz, simplemente no es justo, pero no hablemos de eso, sino nos desviamos de lo principal, el hecho de no ser correspondido y las consecuencias de ésto.
Para terminar, aunque ya no me hable, ni responda mis mensajes, quiero decirte que he pensado en ti cada día y que te extraño, si alguien conoce alguna forma de quitarme este amor que siento por ella, que me lo quite porque yo, yo no se que más puedo hacer, quiero dejar de estar y sentirme así pero no se como hacerlo.
Feliz año nuevo.

¡Grandes Noticias!

Ojalá hubieran sido buenas, pero no lo son, ¿alguna vez se han preguntado que hicieron mal? ¿O qué no hicieron? ¿Alguna vez han deseado algo con tanta fuerza? A veces sin querer, o casualidad, como quieran llamarlo, uno se entera de tantas cosas, buenas, malas y las peores, aquellas noticias que desearías nunca haber sabido nunca, me toco lo último.
Tarde o temprano lo iba a saber, iba yo caminando por la calle, tranquilo, pensando en la inmortalidad del sapo, ese día me contaron me dijeron y más adelante confirmé, solo recuerdo haber visto al cielo, nublado, con la luna escondida y hablando solo, para variar, lo único que pregunté fue, ¿por qué? Luego seguí mi camino, mirando el suelo como acostumbro y murmurando, mi vida es un chiste.
Son cosas que pasan, cosas de las cuales ni tenemos control, no importa cuando deseen algo, nunca lo tendrán, se los aseguro.

El poder de las palabras.

¿Alguna vez le dijeron a la persona equivocada, palabras equivocadas en el momento equivocado?
Lamentablement, yo lo hice. Y es que cuando uno anda mal, las cosas no podrían ser peor, hasta que abres tu boca y decides hablar, sin antes haber pensando, sin medir el tono, sin saber a quien, sin ningún tacto y sin saber las consecuencias que esto traerá o ya trajo.
El silencio es el mejor indicador, porque después de haber dicho, cualquier cosa que hayas dicho, lo impensable, lo peor, lo más ruin o malo, seguidamente viene un silencio, pero no cualquier silencio, es aquel que te calla, aquel que te detiene a pensar lo que has dicho, ese silencio que proviene de la persona que quieres o incluso amas, es de lo peor que puede haber, yo no se lo desearía ni a mi peor enemigo.
Sabes que después de todo ese mal momento, llega el fin, todo termina, sería como haberte hechado la tierra de tu tumba, porque no importa cuantas veces lo digas, o el momento, nunca será suficiente pedir perdón ante tanto daño.
Y entonces, ¿que se supone que debemos hacer? Seguir adelante, no hay otro camino, debemos avanzar y hacer todo cuanto podamos para tratar de aliviar el corazón y pensamiento de las personas a quienes les hicimos el daño, que hasta podría ser irreparable.
Y bueno, que les puedo decir, ojalá existiera una máquina del tiempo para regresar ese momento y jamás haber pronunciado esas palabras, pero no existe.